La sala de abrazos
Hoy en día, muchas personas se enfrentan a numerosas dificultades.
Con la pandemia de Coronavirus, la vida de todos ha cambiado mucho.
Como suele suceder, son las personas mayores las que más sufren.
De hecho, muchas personas mayores ahora se sienten solas y abandonadas.
Es muy difícil para ellos no poder disfrutar de la compañía de sus hijos y nietos.
En Italia, muchas personas mayores viven en residencias de ancianos y, durante varios meses, no han podido reunirse con sus seres queridos.
Por falta de cariño y contacto físico, algunos ancianos incluso se han dejado morir.
Para ayudarlos, algunos hogares de ancianos ahora tienen una “sala de abrazos”.
Protegidos por guantes y capas de plástico, los ancianos finalmente pueden volver a sentir algo de afecto y amor.
Incluso si es un abrazo diferente al habitual, todos están mucho más felices.
The hugging room
Nowadays, many people are facing numerous difficulties.
With the Coronavirus pandemic, everyone’s life has changed a lot.
As often happens, it is the elderly who suffer the most.
In fact, many elderly people are now feeling lonely and abandoned.
It is very difficult for them not to be able to enjoy the company of their children and grandchildren.
In Italy, many elderly people live in retirement homes and, for several months, they have been unable to meet with their loved ones.
Due to a lack of affection and physical contact, some old people have even allowed themselves to die.
To help them, some retirement homes now have a “hugging room”.
Protected by gloves and layers of plastic, the elderly can finally feel some affection and love again.
Even if it’s a different hug than usual, everyone is much happier.